martes, 16 de febrero de 2010

Entrevista a Luis Alirio Calle


LUIS ALIRIO Calle director de Noticias TELEMEDELLÍN
Noviembre de 2009

1.¿Para qué le ha servido ser un periodista con su propio estilo, Luis Alirio Calle?

Yo no tengo ese estilo para que me sirva para algo, me sirve para tener mi propia identidad, como el nombre de uno, tener un estilo sirve para eso, hace que uno le ponga más cariño a lo que hace al trabajo, un ebanista tiene su estilo, le pone amor a hacer muebles, que hacerlo como a la bartola, de cualquier manera, uno debe construir un estilo, más uno que está en el medio y se dirige al público, uno debe tener una identidad frente al público.

Obedece a una cosa, uno se debe preguntar ¿cuál es mi manera de ser periodista? cuando uno se responde, es una respuesta íntima y surge ese estilo bueno, o no para algunos, es la identidad de uno, sirve para que la gente sepa quién le está hablando, cuando te identifican, la gente te busca valora más tu trabajo, tiene más elemento para hacer las críticas, eso ayuda a construir esa meta que uno tiene, hace parte de para qué carajos soy y de qué manera lo hago.

3. Usted cree en la ética del periodista, ¿Cómo hace el periodista para no dejarse manipular por el medio y que él publique lo que le convenga?

Eso es una discusión larga…los medios tiene intereses y los periodistas responden a esos interese porque son asalariados.

Se habla de libertad de expresión, de libertad de prensa pero no creo que la haya mucho, hay la libertad de empresa y hay libertad de expresión de los que son dueños de los medios. La libertad de expresión tienen que ir ligada al derecho de la información y al respeto que la gente se merece; usted es libre de opinar, pero cuando su opinión va en contra de la intimidad de alguien, su libertad tiene un límite; los periodistas debemos trabajar mucho la creatividad para hacerle el quite a la censura, saber de qué modo se dicen las cosas y cómo le llega la gente, ahora, hay que guardar distancia, ser respetuoso, a usted no lo van a obligar a que sea irrespetuoso pero si lo pueden obligar a callar, podría suceder que te obliguen a sacar algo que no quiera. Esos es una cosa que hay que discutirla.

Los periodistas debemos trabajar en una idea y ser objetores de conciencia, es posible decirle al director no cubro eso de esa manera, sin que el director me eche y si eso sucede, que eso tenga consecuencias jurídicas.
El periodismo en eso ha hecho mucho daño y en virtud de la libertad de presa mucho más, hemos aportado más a la guerra que a la paz y más a la corrupción que a la transparencia y más al escándalo que a la manera limpia de gobernar o de solucionar los problemas, uno está enfrentado a la censura y autocensura.

4. Cómo toda profesión hay momentos significativos, ¿Cuál ha sido el que nunca ha olvidado?

Hay muchos momentos… hay períodos largos en la vida de uno, el primer trabajo que hice de cuatro años en el periódico El Mundo, es un trabajo que llevo en el corazón por las circunstancias, me tocó ser iniciador, ser parte del grupo de los primíparos que veían nacer un periódico, la parte de radio de cubrimiento de orden público, por todo lo que aprendí, algunos programas de televisión que he hecho no tan periodísticos, pero sí educativos, a través de los cuales me doy cuenta que se le llega a la gente y se puede estar más cerca, porque uno les habla de los problemas cotidianos;el episodio con la entrega de Pablo Escobar que es una cosa que me marcó y que ahí está y hace parte de mi historia.

5. Por comentarios de varias personas, me enteré que Pablo Escobar lo respetaba como periodista ¿Cómo se logra el respeto de alguien que hizo tanto daño y usted siendo un periodista?

No tengo una fórmula para eso, pero creo que cuando usted hace su trabajo honestamente, respetando, no tomándose posiciones que usted no tiene, no dejando de ser periodista para convertirse en juez, no dejando de ser objetivo, aunque eso no se cumple el ciento por ciento, la objetividad es una teoría, pero sí siendo respetuosos y haciendo las coas con sensibilidad, yo creo que uno tienen una química con el público, yo llegué donde Pablo Escobar y le pregunté por qué estaba ahí, y me dijo que por que habíamos sido serios con ese cuento y siento que hay un respeto y lo siento también porque a pesar de eso Pablo Escobar no abrió la boca para decir usted qué quiere le hace falta algo, era consciente que me paga un medio y no tenía por qué pagarme nadie más.

Todo parte de la sensibilidad con las que haces el trabajo, eso sale de adentro, eso no lo formó nadie no hay una fórmula. Uno no sabe pero lo es.

6. ¿Qué tanto afectó la credibilidad periodística el hecho que usted estuviera en la entrega de Pablo Escobar?

No, no la afectó, no sentí que se mermara la credibilidad, que es lo principal que debe tener un periodista, el capital de un periodista es que le crean, si no le creen que cierre esa puerta y se dedique a otra cosa.

No se afectó porque yo no le puse misterio a eso, a pesar que sentí temores, no oculté nada, no le sume ni le quité a nada de lo que hablé con él, traté de ser lo más cercano a como pasaron las cosas; no sentí miedo de nada, sentía miedo a que en un semáforo me cogiera una bomba, que pasara cerca a donde iba a estallar la bomba, pero no sentía miedo a que me persiguieran por ser periodista, porque dije esto y aquello.

Uno tiene que ser honesto con la gente, este oficio de nosotros lo comparo de la siguiente manera, es como si nosotros prestáramos un servicio de agua, a la gente le interesa que el agua le llegue abundante y barata pero sobre todo limpia, si no está limpia no sirve, así es la información y la comunicación, no es necesario estar consultando los último teóricos de la información, para saber eso, eso está en cada uno.

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